Con la colonización de los españoles y el establecimiento de esta nueva religión, todo cuanto tenían en Europa fue traído también a nuestras tierras. A ellos se les debe la belleza arquitectónica, porque los nativos no concebían la imagen de una parroquia.
1688, en los hechos, la villa de Santiago de la Monclova era ya una verdadera comunidad, como se asienta en su primer libro de bautismos, luego de aquellos tiempos se realizó la fundación formal hecha por don Alonso de León González, el 12 de agosto de 1689.
No fue sino hasta el año 1753 con la llegada a Monclova del joven párroco José Miguel Sánchez Navarro, que se inició el largo proceso de construcción de la nueva parroquia, ya con la idea de un edificio que no se concluyó hasta 1810.
El edificio histórico ha sido testigo de toda expresión social de la villa y ciudad de Monclova; tuvo lugar en su interior la jura de constituciones; en ellas se realizaron los suntuosos funerales del canónigo José Miguel Sánchez Navarro en abril de 1821 y ahí mismo se juró en junio del mismo año, la Independencia nacional.